Escribió Ricardo Bada en su diario del día de hoy, cinco de agosto: "Murió Chavela Vargas. El mismo día que Marilyn Monroe, cincuenta años después. La recuerdo a Chavela de cuando nos conocimos en El Escorial, en los cursos de verano de la Complutense, y el día que llegó comimos juntos a la misma mesa, con Marcela, su guitarrista, que era amiga nuestra y nos la presentó. Y cómo nos encontramos una vez más a los pocos días en el jardín de la Residencia de Estudiantes, la foto que se hizo con Diny sentada en un banco delante de la entrada principal. Era una persona que me imponía un respeto enorme, creo que debió despedirse de nosotros con la impresión de que yo era mudo. Y no soy mudo, pero sé enmudecer en presencia de la grandeza. Sus dioses andan hoy de parranda, por fin la consiguieron convencer de que se fuese de aquí a ese mundo raro del que decía que llegó."
Quise poner esto aquí porque Ricardo dijo lo que yo hubiera querido decir. Así que tomo prestadas sus palabras. También mi mamá murió el cinco de agosto, pero hace cuatro años. Al poco tiempo de eso empecé a escribir el blog en El País, gracias al cual los encontré a ustedes en mi destino. Fueron el primer y gran regalo que me mandó.
Punto y aparte:lean el texto de Tatiparga en Boleros y Corotos.
Punto final: Como estamos en confianza firmo esto con un beso y se los mando de una vez, para no dejar vacío el día.
Parte médico: Mi hermana y su rodilla no van mucho mejor. Yo ya puedo hablar, poco e impreciso, pero algo es algo.